Eleccion del Nuevo Papa

¿Cómo se elige a un nuevo Papa?

El proceso de la sucesión Papal inicia cuando el Papa actual muere o como en este caso, renuncia. En ese momento se declara la “Sede Vacante” y se inicia un proceso para elegir al nuevo Pontífice. Este proceso se llama Cónclave, del latín “cum clavis” o bajo llave, y debe empezar en un máximo de 20 días después del inicio de la Sede Vacante.

Desde hace cientos de años, los Cónclaves se llevan a cabo en la Capilla Sixtina, en donde todos los cardenales menores a 80 años se reúnen para votar en la elección del nuevo Papa. En esta ocasión son 117 cardenales los que son elegibles para votar.

Una vez que están los cardenales reunidos se sortean 9 posiciones que organizarán la votación. Estas son:

• 3 Escrutadores (cuentan los votos)
• 3 Enfermeros (que recogen los votos de padres enfermos que no pueden estar en la capilla)
• 3 Revisores  (revisan los conteos de los escrutadores)

Una vez iniciado el pre-escrutinio se les entrega a los cardenales una papeleta de papel con la leyenda “Eligo in Summum Pontificem” (“Elijo como Sumo Pontífice”) donde deben escribir el nombre del cardenal que ellos consideran haría una mejor chamba. Después depositan su voto en una urna mientras dicen “Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, que doy mi voto a quien, en presencia de Dios, creo que debe ser elegido”.

Ya que votaron todos los cardenales los 3 escrutadores cuentan cada uno de los votos y los agrupan por los nombres de los cardenales. Si ninguno de los cardenales tiene más de 2/3 de la votación, esta se anula y se queman las papeletas. Al incinerador se le agrega un químico para que el humo sea negro y se indique a los fieles que todavía no se ha logrado elegir a un Papa nuevo.

Durante los primeros 3 días de votación se hacen dos votaciones en la mañana y dos por la tarde. Si después de este tiempo no se ha elegido a un Papa se tiene un día de descanso y “reflexión”. Los siguientes 2 días hay 7 votaciones, luego un día de descanso y así sigue el proceso hasta que algún cardenal tiene el 50% +1 voto. Cuando esto sucede se queman las boletas sin agregar ningún químico para que salga humo blanco y se hacen sonar las campanas de la capilla para anunciar la elección exitosa.

Finalmente el nuevo Para es presentado al mundo bajo la famosísima frase: “Habemus Papam”. En el 2005 se eligió a Benedicto XVI en la cuarta ronda del segundo día del Cónclave, ya veremos cuánto tiempo se tarda en esta nueva elección.